Nuestro grupo se constituye en el año 2002, como resultado de las estrategias de organización de la investigación auspiciadas por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. En él confluyen especialistas en Prehistoria Reciente y en Historia Medieval que desarrollan líneas de investigación diversas, pero que tienen como elemento común que su principal objeto de análisis sea la reconstrucción de los procesos históricos vinculados a las formaciones sociales preindustriales.
Podría pensarse que el enorme lapso temporal y la variabilidad de manifestaciones fenoménicas que pueden documentarse en el conjunto de periodos que se incluyen entre la Prehistoria y la Historia Medieval constituyen un obstáculo para encontrar objetivos comunes de investigación. Sin embargo, la organización de las relaciones sociales de producción basada en la jerarquización de la sociedad, en la división social del trabajo, la producción de excedentes y la justificación simbólica de las desigualdades son fenómenos que se detectan por igual en los grupos humanos desde la Prehistoria Reciente hasta la instauración del capitalismo. Además, también convergemos en la manera de abordar el estudio de estos grupos desde una perspectiva multidisciplinar y complementaria, donde cobran igual relevancia el análisis de las fuentes escritas y el de los documentos arqueológicos.
Aunque en el seno del grupo se trabaja sobre diversas líneas de investigación, que se detallarán más adelante, existe un marco cronológico y espacial que es objeto de estudio de todos nosotros y que ha dado lugar al planteamiento de proyectos comunes: el Archipiélago Canario durante los siglos XIV, XV y principios del XVI. En esos momentos confluyen en las islas unas circunstancias históricas que enfrentan a dos sociedades diferentes, forzadas a interactuar y a cambiar para adaptarse a una nueva situación. De una parte las formaciones sociales indígenas, portadoras de unas tradiciones culturales de raigambre amazigh, transformadas por el tiempo y el fenómeno de la insularidad. De otra, las sociedades bajomedievales del Occidente europeo, inmersas en esos momentos en una serie de procesos de cambio que se materializan en la empresa de la expansión atlántica, un fenómeno que propicia el advenimiento de una nueva concepción del mundo y de los seres humanos. El análisis de los diversos procesos de contacto e interactuación es un fértil campo de estudio que puede generar modelos de aplicación que trasciendan el contexto de nuestras islas.
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